8/04/2009

¿NUEVA ENFERMEDAD LABORAL?


No hace mucho, los delegados sindicales que participan en la Comisión de Salud Laboral de uno de los psiquiátricos de Bizkaia, quedaron totalmente impresionados por la capacidad intelectual y sapiencia de la médico de Salud Laboral, que como casi todos los nóbeles de medicina, eran premiados por encontrar enfermedades y no por curarlas.

Pues en esta caso, casi lo mismo, pero ..... mejor os enterais.

En uno de tantos momentos de conflicto laboral del Hospital de Zamudio, ésta vez generado por la ineficacia y mala educación de la mayoría de los que prestan servicios en el Departamento de Personal -si digo trabajar, sería muy fuerte-, un sindicato, harto ya de tal situación, colocó un cartel público denunciando la situación.

A los pocos días, en reunión de la comisión de Salud Laboral -de las escasas que hay-, esta intrépida galena, cuyo nombre no me acuerdo, bueno, casi nadie sabe como se llama -así de gris es ella- y si digo el nombre por el que la conocen todos, le da un ataque de dignidad y nos denuncia, pero sigo, que me "disperso".

En dicha reunión plantea el siguiente suceso ocurrido días antes:

Un trabajador del Deparatamento de Personal, estuvo leyendo el cartel denunciador de las actitudes que existen en ese departamento, y tras la lectura -supongo que ávida e intensa- le dió un "jamacuco", vamos, un ataque de corazón, que no quedó en nada, al final.

Así que toda entera, plantea que el "jamacuco" sufrido por el trabajador sea considerado como enfermedad laboral y lo lleve la Mutua, como si fuese un accidente laboral.

Perplejidad, era lo que se leía en la cara de los representantes sindicales asistentes a la reunión, cuando explicó tan "estimada galena" -el señor me proteja de sus revisiones de salud- cual era el tema, oyó lo que no quiso y seguro que ni se lo esperaba -es que ella es así-.

Resulta que el ávido lector de carteles, arrastraba tras de si un historial cardiopatológico de abrigo, del que la ..... (¡jo! casi se me escapa como le llaman) señora ésta no informó, pero que todos sabían, y no dijo que cuando hace años le dió un jamacuco en la oficina, la diligente galena le dijo que fuese a Urgencias del Hospital de Cruces (Bizkaia).

Obsérves la frase "le dijo que fuese" porque en ella se resume la diligencia y capacidad operativa de esta sufridora protomártir.

No llamaron una UVI móvil, ni una ambulancia, ni la galena le llevó a Urgencias, no, que eso sale muy caro a la empresa, le dijo que fuese cosa que hizo el bien obedecido de trabajador, que cogió su coche, condujo los 15 km. que separan un hospital de otro, sólo, y milagrosamente llegó a Urgencias, de donde paso de inmediato a quirófano, dada la gravedad de su dolencia, dolencia que la galena -¿detectó o no detectó?- considero de tan poca importancia como para decirle que fuese por su cuenta al otro hospital para que le echaran un vistazo.

Hoy, afortunadamente este trabajador aún vive y sufre laboralmente en el psiquiátrico -como la mayoría-, pero le operaron a corazón abierto y nadie daba un duro por él, así de malito estaba.

Y la pregunta que se plantean muchos conmpañeros y compañeras es: ¿Se puso malo por factores externos al trabajo? o ¿le puso malo saber que su salud laboral dependía de él mismo?. Nunca lo sabremos, pero quedan abiertas las dos hipótesis.

Pero sigamos con la historia. La galena, con una diligencia y eficacia nada característica en ella, cuando se trata de joder a los sindicatos, quizás pensando en el Nobel, pero seguro que pensando en jo...., quiero decir en fastidiar, pretendió que la lectura de cárteles sindicales producen accidentes laborales -a los que los leen, no a los que los colocan-, pero no coló.

Incluso la Mutua le mandó a ese sitio, muy educadamente eso si, pero la mandó. Y digo yo, con todo lo que sufre esta mujer, porque no pide traslado (Dios me oiga), o coge una baja larga de enfermedad -laboral por supuesto, por incomprendiditis- (Dios me oiga), o sencillamente, A ver si al leer esto le da un jamacuco (Dios, no, me fusilarían contra la puerta de su despacho), y así iria acumulando casos de "jamacucos síndicos" para demostrar que tenía razón, porque esa es otra, está convencida de que la culpa de todo lo que le paso al "currito" de personal, la tienen los sindicatos.

¡Conspiparanóia!, eso es lo que creo que tiene, me acabo de acordar. Y este nombre es mío y el Nobel para mí.

1 comentario:

  1. parece muy gracioso tu comentario,.pero en ese hospital hay mucho personal que son incompetentes, no hacen su trabajo y encima cobran como los demas, pera eso que se queden en sus casas y que venga a trabajar gente con ganas

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