4/27/2011

EL DERECHO A LA SALUD DE PERSONAL SANITARIO


Hoy escribe: San Itario (mártir de Osakidetza)


El otro día, leí en una revista de Osalan, que las jubilaciones por enfermedad laboral habían disminuido, pero que las enfermedades resultantes de la actividad laboral habían crecido alarmántemente.

Al hilo de esta noticia, me hice con el listado del censo electoral sindical del Personal Transferido de la Diputación de Vizcaya a Osakidetza, y de alguna manera pude comprender mucho mejor el porque de dichas enfermedades.

En estos momentos estamos trabajando (un grupo de personas) con estos datos, pero si puedo adelantar que lo estudiado hasta ahora pone los pelos de punta.

En una primera lectura con sus errores (pequeños), hemos observado que más del 50% del personal fijo tiene 50 años o más, y que de ese 50%, el 70% tiene más de 55 años y el otro 30% restante más de 60.

El número de personal sustituto o eventual es una exageración, ya que alcanza cifras de hasta un 40%, dependiendo del hospital observado.

No es nada raro que el personal a sustituir sea de enfermería -auxiliares y DUEs-, con una goleada en tantos por ciento del personal Auxiliar.

Y esto sólo hablando demográficamente, pero cuando nos adentramos en el ambiente de trabajo, lo que nos extraña es que no haya más bajas por enfermedad, pero incluso esto tiene su explicación:

El personal fijo de Enfermería, está de baja por diferentes diagnósticos, y el personal sustituto no se atreve a coger la baja por si acaso, existiendo cada vez más ocasiones en las que hemos mandado al personal a casa, antes de acabar su jornada laboral -e incluso cuando la comienzan- sin que los responsables de Salud Laboral de Osakidetza, que nosotros sepamos, hayan hecho nada para paliar esta plaga, que en breve y comparando con años atrás se convertirá en pandemia.

Buscar las causas de este absentismo (poco, y justo) es difícil de demostrar, pues la Administración cuenta con expertos en el tema que tumban cualquier teoría, pero entre los trabajadores lo tenemos claro: el maltrato administrativo, la falta de alternativas dentro del centro de trabajo, la apatía de los responsables del tema, y las absurdas normas -que por muy negociadas que estén por los sindicatos y empresa- no son más que una gilipollez, incluso leyéndolas.

Un ejemplo: Licencia por asuntos propios.

Se supone que si se tiene una urgencia o necesidad, la que sea, bastaría con decir a tu inmediato superior que, mañana no puedo venir por ...., pero no, el mismo convenio pactado por empresa y sindicatos indica que hay que comunicar con 10 día de antelación la necesidad; Osakidetza ha inventado las profecías por convenio, por lo que las personas que se enteran de un día para otro de esa urgencia o necesidad se ven obligados a cambiar de turno con compañeros, o como ocurre cada vez más, ir al médico y pedir la baja por enfermedad.

No tengo mucho espacio para describir las enormes gilipolladas que a nivel de Convenio propician las bajas, pero son unas cuantas, que se pegan además, con todo tipo de lógica.

El personal sanitario, no sólo tiene el derecho a la salud, sino que es una obligación asistir completamente sano al trabajo, algo que cada vez ocurre menos.

Un ejemplo de lo que aquí leéis, es el siguientes: más del 60% del personal sanitario que trabaja en Hospitales Psiquiátricos necesita ayuda para poder descansar cuando salen del trabajo.

Las ansiedades se camuflan con cualquier otra disculpa, el sufrimiento casi físico que se sufre sólo pensando que se tiene que ir a trabajar va en aumento, la apatía no es más que una defensa contra la enfermedad, etc., etc.

Sin embargo, lo que más me asombra de todo esto es que la salud, te la tienes que pelear contra Osakidetza -curiosamente garante de la salud de la ciudadanía-, incluso a nivel legal y jurídico, ya que al contrario que en otras profesiones de riesgo no existe una segunda actividad para personas que lo necesitan por salud, pero en cuanto a un Jefe lo cesan, enseguida le encuentran un puesto de lo más cómodo, para trasladarle.

Pero que os voy a contar que no sepáis ya.