10/29/2009

UN BUEN MOTIVO PARA SUICIDARSE.


Autor: Humi Llada. Sustituta


La gente que se suicida lo hace por diferentes causas y de diversas formas. Los comentarios sobre esa gente son de todo tipo, pero por lo general se pasa de ser un tipo que ha decidido dejar de vivir, a ser un cobarde de mierda.

Pero como te salga mal y sobrevivas, ya puedes darte por jodido porque entrarás en un selecto club manicomial, a tus nombre y apellidos, gente muy lista, le añadirá una palabreja, y ésta te acompañará toda tu vida: maníaco depresivo, riesgo autolítico, etc. y al contrario que en la policía, que de vez en cuando rompre los ficheros, en el manicomio, estás retratado para siempre.

¡Ayvalahostia, si sólo me quería suicidar!

Pues bien, el derecho a la vida es un derecho constitucional, el derecho a decidir también. Y yo creía que todos los derechos fundamentales eran iguales, pero no, al final La Consti es como el comunismo, son todos iguales, pero unos son más iguales que otros, ¡oye, y como los funcionarios!

Pero al margen de pajas mentales, si he descubierto un motivo claro de suicidio, que creo que lo permitiría cualquier persona, jueces incluídos, y ese motivo es la pérdida de identidad.

"No se culpe a nadie de mi muerte", así comenzaba una carta que dejó un suicida, y añadía, porque un día más con vida, sería mucho martirio.

"Tuve la desgracia de casarme con una viuda. Ésta tenía un hija, de haberlo sabido nunca me hubiera casado con ella.

Mi padre, para mayor desgracia, era viudo y se enamoró y se casó con hija de mi mujer.

Mi hijastra se convirtió en mi madratra, y mi padre, era al mismo tiempo mi yerno.

Al poco tiempo, mi madrastra trajo al mundo una niña que era mi hermana, y a la vez era nieta de mi mujer, de modo que yo era el abuelo de mi hermana.

Después, mi mujer trajo al mundo un niño que como era hemano de de madrastra, era cuñado de mi padre, nieto de su hermana, y mi tío.

Mi mujer era nuera de su hija, yo soy en cambio padrastro de mi madrastra, y mi padre y su mujer son mis hijastros, mi hijo es mi bisnieto y tío de su tía.

Y lo peor, yo soy mi propio abuelo.

Me despido de este mundo, porque no se quien soy.

Aunque suene a cachondeo, este es un caso real, pero mucho más fácil de entender este galimatías, que las estupideces que en la Adminisrsación Pública se cometen.

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