Desde temprana edad y entendimiento, siempre me han fascinado las culturas mayas y aztecas, desde mis 12 o 13 añitos -allá por el jurásico- los maestros nos contaban las épicas aventuras de Pizarro y Cortés, como héroes conquistadores de territorios para la grandiosa Ejpaña y la Iglesia católica.
Nuestra imaginación nos trasladaba a Perú -¿dónde estaba Perú?- y a Méjico, mucho más conocido por la chavalería gracias a las películas del generalito Carrancho.
En esos años imperiales, nos metían toda la "mierda histórica" que querían, y era años más tarde cuando encontrábamos libros más serios, cuando constatábamos que nos habían mentido como bellacos.
Sin embrago, más de 40 años después, cuando demócratas de nuevo cuño, se apropian del mensaje que usaba, con peligro, la izquierda , por ejemplo suena a insulto que los franquistas y postfranquistas del PP, se atrevan a decir públicamente frases como: nosotros los demócratas.
Entre toda esta confusión ideológica-política, nos encontramos con personajes inmutables al tiempo y a las ideas, individuos que tienen claro cual es su ideología, con unos jefes cuyo mayor deseo es que les doren la píldora. Creo que se hacen llamar "profesionales", y nos los encontramos sobre todo en la Administración pública.
Cuando estoy más cerca del Alzheimer, me doy cuenta de que existen de nuevo la culturas "mayas" y "aztecas", pero cada vez más prostituídas, más despóticas y más improductivas que han dado los siglos XX y XXI: Los pseudo-jefes.
Los pseudo-jefes están entre R2P2 y los zombies, no piensan -al menos no demasiado- funcionan como autómatas y no tienen ideas propias, pero eso si, se apropian, como los del PP, pero con menos estilo, de la ideología del yupi y se reconvierten en Mayas y Aztecas.
Cuando llegan a trabajar, habitualmente tarde, su primera pregunta es ¿"mayamado alguién?, y cuan se van del trabajo -habitualmente pronto- dejan ordenado ¿haztecargo de todo?
Y a final de mes, con la satisfacción del deber cumplido, como Pizarro y Cortés, van al banco a cobrar la nómina.
Nuestra imaginación nos trasladaba a Perú -¿dónde estaba Perú?- y a Méjico, mucho más conocido por la chavalería gracias a las películas del generalito Carrancho.
En esos años imperiales, nos metían toda la "mierda histórica" que querían, y era años más tarde cuando encontrábamos libros más serios, cuando constatábamos que nos habían mentido como bellacos.
Sin embrago, más de 40 años después, cuando demócratas de nuevo cuño, se apropian del mensaje que usaba, con peligro, la izquierda , por ejemplo suena a insulto que los franquistas y postfranquistas del PP, se atrevan a decir públicamente frases como: nosotros los demócratas.
Entre toda esta confusión ideológica-política, nos encontramos con personajes inmutables al tiempo y a las ideas, individuos que tienen claro cual es su ideología, con unos jefes cuyo mayor deseo es que les doren la píldora. Creo que se hacen llamar "profesionales", y nos los encontramos sobre todo en la Administración pública.
Cuando estoy más cerca del Alzheimer, me doy cuenta de que existen de nuevo la culturas "mayas" y "aztecas", pero cada vez más prostituídas, más despóticas y más improductivas que han dado los siglos XX y XXI: Los pseudo-jefes.
Los pseudo-jefes están entre R2P2 y los zombies, no piensan -al menos no demasiado- funcionan como autómatas y no tienen ideas propias, pero eso si, se apropian, como los del PP, pero con menos estilo, de la ideología del yupi y se reconvierten en Mayas y Aztecas.
Cuando llegan a trabajar, habitualmente tarde, su primera pregunta es ¿"mayamado alguién?, y cuan se van del trabajo -habitualmente pronto- dejan ordenado ¿haztecargo de todo?
Y a final de mes, con la satisfacción del deber cumplido, como Pizarro y Cortés, van al banco a cobrar la nómina.
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