10/27/2009

EL NEGACIONISMO: LA MAYOR INMORALIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (II)


Autor: Patxi Calvo. Criminólogo.


Los negacionistas, por razones de status, está más instalado en las Jefaturas, colchones de sus amos los políticos, y que procuran no dejar que éstos sean molestados. Pues no, ésta es la teoría.

La más cruda realidad tiene más que ver con perder el sillón en el que están instalados, y a pesar de lo que el vulga, si están ahí es por méritos propios, aclaro : sus méritos.

Este meritoriaje, no pasa siempre por la profesionalidad -ojalá- sino por padrinazgos, peloteos, perversiones administrativas, clientelismo político y un largo etc.

Una vez instalados, y estos son datos empíricos, se dedican siempre a hacer bueno al anterior inquilino, casí siempre un ..... (de todo menos guapo) superándolo de tal modo, que cuando creía que ya lo ha visto todo, se ve sorprendido desagradablemente, una vez más.

Estas personas negacionistas funcionan a nivel piramidal en casi todos los campos profesionales, ejemplos:

a) Si el jefe no es muy listo, lo que está claro es que sus subordinados o son menos listos que él, o son de una lealtad a prueba de bombas, o son otra cosa (de esta otra cosa, hablaremos en otra entrada), pero lo que no van a consentir es que nadie les haga sombra.
b) Y la pirámide sigue hacia abajo con el mismo esquema, de tal modo que cuando las jefaturas están instaladas, el resto de personal caé en una perplejidad terrible: mensajes contradictorios de un jefe a otro, vias de comunicación confusas, nadie se pringa en responsabilidades, etc., creando de esta manera un caos organizativo tremendo.
c) Por fortuna, de este caos se sale siempre al cabo de poco tiempo, pero no porque los jefes hayan puesto solución, ¡no!, es porque los trabajadores, si quieren sacar su trabajo adelante y pasan de las gilipolleces de jefaturas y continúan haciendo las cosas como siempre, y así se vuelve a reodenar la actividad administrativa.

E, instalados en su ignorancia, creen firmemente que ese cambio post-confusional, se debe a su buen hacer.

Esto me hace sacar algunas conclusiones, que además desafortunadamente, se están arraigando en la Administración:

1.- Si el jefe no es muy listo, los subjefes y ayudantes, tampoco.
2.- Nunca son culpables de nada, siempre hay alguien debajo que pagará el pato, pero en plan piramidal, es decir, el subjefe echa la culpa a otro subjefe, que a su vez echa la culpa a cualquier otro pringao, pero con jefatura, que a su vez ... , resumiendo: El último puchi y que cierre la puerta, que sale la mierda (que paga el pato, y además sin saber de que va la fiesta).
3.- La autocrítica no existe a esos niveles de sillonerío. La culpa siempre es de alguién, o si está parana, piensa que le quieren joder, y entonces se instala un mandato de sinsentidos y de terror.

(En la próxima entrada más. Y en breve ilustraré el negacionismo con ejemplos concretos.

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