ES CUESTIÓN DE HORARIO, ¡COMPROBADO!

Autor: Ator Nillado. Gautxori


Uno de los orígenes de la esquizofrenía, o mejor aún del desdoblamiento de la personalidad, según estudios hechos por reconocidos estudiosos en la Majarorun Scholen en la Isla de Perejil, demuestra que una de las causas de tan frecuente enfermedad es debida al horario laboral.

Pero curiosamente este tipo de esquizofrenia, concretamente la variante puteante subordinatu, se da en personas con un ferfil determinado: Jefes, Subjefes, trepas, pelotas, o toda aquella persona que quiere hacer carrera en una determindad colectividad o empresa.

Entran a trabajar, dicen, a las ocho de la mañana, saludan con la simpatía de una persona justo antes de entrar por la puerta del trabajo, y una vez traspasada se reconvierten, y comienza el horror matutino.

Por cierto, no fichan y nadie les controla si entran tarde, salen pronto o nisiquiera vienen.

Pero deben de llegar sin fuerzas, así que tras un tentempie -sólo para jefes- comienzan su labor habitual: ¡Joder!.

Según nuestros expertos en filosofía manicomial, han llegado a la conclusión, de que Jefe que no folla Jode, aunque esto no está comprobado científicamente, o sea, no se ha publicado en el Hola, pero el empirismo avala esta afirmación.

Pero a lo que vamos, que me enrollo, esta gente después de haber cumplido escrupulosamente su papel de Mr. Hyde, se transmuta tras pasar por la puerta que da a la calle -casi siempre antes de la hora- en Dr. Jekyll, sonriente y así todos los días.

¿Qué tiene ese manicomio que es capaz de desdoblar a una persona en dos personalidades como mínimo?: la mala y la peor y las otras

¿Quién dentro de sus conocimientos se atreve a hacer un estudio sobre este fenómeno laboral tan habitual, y tan poco estudiado?

Desde luego en el manicomio, nadie. No se atreven ni con hisopos de agua bendita, y ¿por qué?, ¡porque son jefes!

Pero..... hay una solución, los pondría a trabajar en el tuno de noche, así se encontrarían con otros seres malignos, ¡Los vamiros de los pasillos!

Médicos que han estado de guardia, han preferido no salir de su habitación a lo largo de toda su estancia, para que los vampiros no lo conociesen. Se cuentan historias de terror. El personal de mañana entra temblando ¿Y qué pasa?

¡Nada, ya es de día!