3/28/2010

TODO TIENE UN PRECIO


Autor: Patxi Calvo. Rojo (los números del banco)

Todo se vende este día,
todo el dinero lo iguala:
la Corte vende su gala,
la guerra su valentía;
hasta la sabiduría
vende la universidad,
¡Verdad!


(Luis de Góngora)


Este cura, era muy adelantado para su época, igual es porque al ser ascendencia judía, pero converso él, se sabía muy bien como comprar hasta la religión.

Este hombre, tenía una cruz en sus espaldas: otro poeta, otro estilo, rebelde, revoltoso, pendenciero, chulo, gafoso y ... cojo.

Tenía para todos, no perdonaba ni dios ni santo, lo mismo le metía caña al cura, que al juez que a los reyes. Se descojonaba de todo el mundo.

Sobre Góngora escribió:

Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un pez espada mal barbado ...

Había un juez al que se la tenía jurada, de hecho, releyendo su poesía A un juez mercadería, sirve lo mismo para retratar a jueces o a alguno de mis jefes:

Las leyes con que juzgas, ¡oh Batino!,
menos bien las estudias que las vendes;
lo que te compran solamente entiendes;
mas que Jasón te agranda el Vellocino.

El humano derecho y el divino,
cuando los interpretas, los ofendes,
y al compás que la coges o entiendes,
tu mano para el fallo se previno.

No sabes escuchar ruegos baratos,
y sólo quien te da te quita dudas;
no te gobiernan textos, sino tratos.

Pues que de intento y de interés no mudas,
o lávate las manos con Pilatos,
o, con la bolsa, ahórcate con Judas.

Este individuo, que dió nombre a un tipo de gafas, que antes se llamaban espejuelos, se llamaba:Quevedo.

Por cierto, y para teminar, Quevedo comenta en una de sus obras que para conjugar el verbo ignorar, basta con decir :no sé

¡De que me suena!

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