4/04/2010

DIFERENCIAS LEGALES ENTRE ERRAR Y JODER y (III)



Autor. Patxi Calvo. Sindicalista

Y termino con ejemplarizantes casos:

Cuando Osakidetza quiere anular a Sindicatos o trabajadores siempre emplea las mismas técnicas, es decir, intenta comprarlos o los putea.

Cuando quiere dar ejemplo a Sindicatos, va a la parte que cree más débil, el representante sindical, y o bien lo asciende y lo pone en estado de gracia, introduciéndolo en el espíritu de la Empresa, o bien, si es una persona de las que no se deja comprar, lo putean expedientádolo, haciendo correr rumores, puteándolo, jodiéndole en sus derechos, etc.

Pues bien, en algunos casos hemos aprendido la lección.

Los representantes de la empresa, raramente inteligentes pero todos con una soberbia exacerbada, que creen que están en posesión del poder, empiezan a actuar de manera despótica,
suelen ser en algunos casos simpáticos, pero siempre, siempre, siempre, serán obedientes a sus enchufadores.

Estas personas, no tienen amigos, sólo intereses. Y lo que es peor están en una posición de debilidad mucho más grande que la de cualquier trabajador.

Suelen tener como mínimo, doble personalidad, en horario de trabajo se comportan de manera canallesca, y luego pretenden ir de simpáticos fuera de horario, y no se dan cuenta que si son canallas a una hora, acaban siendo canallas todo el día.

Así que una vez soltada toda esta filosofía barata, podemos intuir como contraatacar.

Hay dos maneras de actuar, legales quiero decir, una es denunciar las canalladas vía administrativa, a la que no te harán caso, o te harán perder el tiempo y otra es la vía penal, es decir denunciar a los jefes por su nombre y apellidos en el Juzgado de Guardia, porque una vez comprobado que los errores no son tales, es evidente que hay mala fe, y esta esta penalizada en un montón de artículos del Código Penal.

Con esto conseguimos, en primer lugar que te respeten como persona y como profesional; se les quita la chulería delante del juez de una manera inaúdita; se encuentran en un estado de indefensión como el que nos someten a nosotros; la empresa no puede intervenir oficialmente pues son denuncias particulares y como hacen ellos, hay que hacerles pasar más tiempo en el juzgado declarando, haciendo escritos, etc., que trabajando, de tal manera que a la empresa no les compense tenerlos en jefaturas.

Es entonces cuando descubrimos que muchos de estos personajes, son débiles, y tienen su fortaleza el cargo que ocupan; son lo que suelen llamar piojos resucitados -sin ánimo de ofender ... a los pediculum- y además tienen una característica curiosa, cuando se les denuncia, siempre, pero es que siempre, echan la culpa de todo al que tienen más abajo de subordinado. Se venden por un duro.

Y además hay que tener en cuenta, que las denuncias salvo orden en contra de los jueces, se pueden hacer públicas, a lo que se añade además de ser erradores, la fama pública de serlo.

Pero algo tiene el mando que engancha, ¿erótica del poder?, porque todos conocemos casos de personas, que prefieren ganar menos dinero, pero tener una jefatura.


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