4/06/2010

SI NO HAY JUSTICIA PARA EL TRABAJADOR, QUE NO HAYA PAZ PARA EL JEFE


Autor: Patxi Calvo. Pilingui

Nunca he ocultado que soy un admirador de los sindicalistas americanos que existían en los primeros años del siglo XX.

Este tipo de sindicatos, luchaban bajo unas condiciones totalmente peligrosas, ya que, el sindicalismo estaba prohibido y la patronal ejercía sobre estos pioneros una brutalidad extrema.

Pero espabilaron -los sindicalistas quiero decir-, si limpiaban el forro a un líder sindical, en contrapartida limpiaban el forro a un empresario, de tal modo que si bien las fuerzas no se igualaron, los empresarios se cuidaron muy mucho de emplear la violencia.

Leí una vez un caso de negociación sindical entre la patronal y los camioneros de EE.UU., que reivindicaban una subida salarial miserable -5 $ al día- pero la patronal se oponía, llegando a contratar esquiroles y matones.

Los sindicatos cambiaron de táctica. ¡Por cada día de huelga, aparecía un camión con las ruedas pinchadas!, lo que ya de por si suponía un gran gasto para la patronal, pero esta no cedía.

Al cabo de un mes de pinchar ruedas, decidieron cambiar de táctica, y comenzaron a quemar camiones, y la patronal siguió aguantando, pues tenían tras de si a todos los empresarios estadounidenses, y no era cuestión de sentar un precedente, cediendo a demandas sindicales.

Por ello. un reducido grupo -no tan reducido- de sindicalistas decidió actuar contra los líderes empresariales, copiando el sistema catalán de los años 20 del siglo pasado.

Comenzaron tiroteando a los empresarios a las piernas, lo que creo una gran alarma, tanto entre empresarios como en sindicalistas, ya que los empresarios comenzaron a hacer lo mismo. Por ello se declaró una guerra abierta, es decir, a los empresarios, dependiendo de su terquedad los iban matando, harta que al final, el sindicatos de camioneros consiguió una subida de 4 $ diarios, y todo porque ante la falta de negociación se utilizaron métodos radicales.

Con esto no quiero decir que vamos a ir limpiando el forro a todo aquel que se oponga a las pretensiones de los trabajadores, porque eso no es democrático, lo democrático es que maten de hambre a ti y a tu familia, porque eso no es violencia. Ya se sabe que la violencia sólo la ejercen los violentos.

Puterl al trabajador, quitarle contratos, hacerle trabajar horas de más, no dejarle trabajar, etc., todo eso entra dentro del juego democrático, y ya se sabe, es mejor que los trabajadores se peleen entre ellos por un puesto de trabajo, que esos mismos trabajadores se una y le partan la cara al contratador.

Y es que la Patronal es psicópata y nosotros no. La Patronal es anónima, o política y nosotros no.
Los representantes de la Patronal -lo mismo da que sea pública o privada- están, no sólo para gestionar el cargo, sino para apoltronarse en él, y por eso -porque como ha dicho el Gerente del Manicomio refiriéndose a los auxiliares sanitarios, en su sueldo entra que los enfermos les agredan- en su cargo, no podrán evitar que los trabajadores se vayan hartando y al final acaben siendo agredidos.

Cuando llegue ese día, no podrán decir, al estilo nazi: yo cumplía órdenes.

Es así de claro. no tienen que tener paz los que se dedican a putear a la clase trabajadora.

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