Autor: Patxi Calvo. Serpositivo
En estos día me encuentro de baja por enfermedad, y estoy dentro del grupo de los que llaman absentistas -si hasta parece el nombre de una religión-, eso quiere decir que estamos mal mirados por los jefes, la ciudadanía en paro -¡Funcionarios tenían que ser!-, los políticos, las Mutuas y hasta el Médico de empresa, a quien en mi vida le he consultado sobre mi salud o mi enfermedad, y ni pienso hacerlo.
Los absentistas, cuando están bien de salud -derecho constitucional- son personas que en un principio sufren por estar de baja -por su enfermedad- pero también sufren porque creen que están fallando a la empresa y a los compañeros, pero ese sufrimiento de diluye enseguida, cuando te das cuenta que a la empresa le importa tres cojones tu salud, y entonce piensas en como hacer para que la persona que te sustituye trabaje más tiempo.
Las únicas personas que me miran bien -entre otras- son las personas que me sustituyen en el trabajo, a quienes llaman, personal sustiputo, ya que desean que siga de baja mucho tiempo, y no es que me quieran mal, al contrario, me adoran, pero... cuanto más tiempo esté yo de baja, más tiempo están trabajando y fuera de las fauces del paro.
Pero luego existe toda esa gente, que lo único que hacen es estar presentes, para que les vean. Habitualmente no hacen nada -aparte de estorbar-, pero siempre con la intención de dar la imagen de que se puede contar con ellos, cuando es todo lo contrario, pues no se porque extraña razón, se dedican a invadir los espacios laborales de otras personas, y no para ayudar, de eso nada, sino para que vean lo bien que lo hacen -cuando los miran los jefes-.
Estas personas se dedican a estar en todo su amplio sentido de la palabra: estar de pose, estar para los vean, estar molestando, estar criticando, estar ...sin hacer nada.
Resumiendo, este tipo de personajes son más peligrosos que una caja de bombas, ya que son como el perro del hortelano, que ni joden, ni dejan joder.
A este tipo de personas, casi todos les desean que cojan la baja -algo que no harán nunca, aunque contagien a la humanidad- y no por cariño, como a los absentistas, sino con verdaderas ganas de que enfermen y sufran.
Ya se que parece un poco exagerado, pero mirar a vuestro alrededor, y si no tengo razón, es que no habéis mirado bien.
Los absentistas, cuando están bien de salud -derecho constitucional- son personas que en un principio sufren por estar de baja -por su enfermedad- pero también sufren porque creen que están fallando a la empresa y a los compañeros, pero ese sufrimiento de diluye enseguida, cuando te das cuenta que a la empresa le importa tres cojones tu salud, y entonce piensas en como hacer para que la persona que te sustituye trabaje más tiempo.
Las únicas personas que me miran bien -entre otras- son las personas que me sustituyen en el trabajo, a quienes llaman, personal sustiputo, ya que desean que siga de baja mucho tiempo, y no es que me quieran mal, al contrario, me adoran, pero... cuanto más tiempo esté yo de baja, más tiempo están trabajando y fuera de las fauces del paro.
Pero luego existe toda esa gente, que lo único que hacen es estar presentes, para que les vean. Habitualmente no hacen nada -aparte de estorbar-, pero siempre con la intención de dar la imagen de que se puede contar con ellos, cuando es todo lo contrario, pues no se porque extraña razón, se dedican a invadir los espacios laborales de otras personas, y no para ayudar, de eso nada, sino para que vean lo bien que lo hacen -cuando los miran los jefes-.
Estas personas se dedican a estar en todo su amplio sentido de la palabra: estar de pose, estar para los vean, estar molestando, estar criticando, estar ...sin hacer nada.
Resumiendo, este tipo de personajes son más peligrosos que una caja de bombas, ya que son como el perro del hortelano, que ni joden, ni dejan joder.
A este tipo de personas, casi todos les desean que cojan la baja -algo que no harán nunca, aunque contagien a la humanidad- y no por cariño, como a los absentistas, sino con verdaderas ganas de que enfermen y sufran.
Ya se que parece un poco exagerado, pero mirar a vuestro alrededor, y si no tengo razón, es que no habéis mirado bien.
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