1/22/2010

PARA CUANDO TU VAS, YO HE VUELTO (II)


Autor: Patxi Calvo. Auxiliar Psiquiátrico.

(dedicado a mis compañeras de manicomio: Chilindrina, Macarena e Inma, haber si espabilan)

... seguimos con la historia

Hará casi medio año, en el mes de agosto, el más espabilado de mis jefes, por lo visto dió instrucciones para que empezaran a descontarme dinero de la nómina, y la verdad es que ese mes ni me enteré del tema.

En la nómina de septiembre otra vez tuve otro descuento, un poco mayor, pero lo achaqué a un error administrativo, y eso que yo no creo en los errores que se generan en el Departamento de Personal del manicomio.

Pero ya en octubre, se pasaron de la raya con los descuentos, y llamé por teléfono a una de esas personas humanas que pastan por personal, y cuando empecé a contarle el tema, se puso muy nervioso (se notaba hasta por teléfono), y tartajeando me contó que esas cosas las hablase con el Jefe de Personal.

Ahí, ya supe, que el Jefe de Personal con la soberbia que se tiene, cuando uno se creé impune, era el culpable de tal desaguisado -luego el responsable es su superior por consentirlo-.

A pesar de todo y con el asco que me da hablar con ese personaje, por un motivo de cortesía profesional -algo desconocido por aquellos lares- le llame por teléfono y le pregunté el porque del descuento de octubre (no me había dado cuenta que también me habían descontado los dos meses anteriores), pillado por sorpresa comenzó a decir chorradas que se iba inventando sobre la marcha, por lo que corté el temá y le dije simple y llanamente que lo denunciaría en el Juzagado.

Su contestación: allí nos veremos.

Sorpresivamente, a los dos días de mi llamada, recibo una carta certificada y con acuse de recibo enviada por el Gerente, en la que me comunica en escrito registrado en noviembre, que me iban a descontar dinero en los meses de Agosto, Septiembre y Octubre, en base a.... (esto es para el juez).

Si puedo comentar sin riesgo legal alguno, que la chulería de estos enchufados ha llegado a tal extremo, que no toman la molestia ni de comunicar que va a haber descuento, ni los motivos de ello. ¡Cómo siempre a lo suyo, aunar la chulería, con la soberbia y con la enorme estupidez e ignorancia de la Ley!

La primera en la frente, me comunican tres meses después que me van a descontar dinero tres meses antes. Cosas de la magia de personal, quien lo entienda que me lo cuente, porque servidor aún está perplejo.

Presenté de inmediato denuncia penal contra el Jefe de Personal por ser autor de los descuentos y al Gerente por ser cómplice.

Una denuncia personal, sin pasar por Osakidetza, por motivos, totalmente documentados, ya que opino que han delinquido, de todos modos el juez decidirá.

Consecuencias penales de ganar yo el juicio: devolverme el dinero que se han permitido descontarme, de las arcas de Osakidetza, una fuerte indemnización a pagar de su bolsillo por evidente mala fe, quizas 6 meses de cárcel y, quizás seis años de inhabilitación especial para trabajar en la Administración Pública, además de multa.

Para acabarla de cagar, ayer a la noche, me encontré en corcho de la planta (tablero que usamos los trabajadores para dejarnos recados) un sobre dirigido a mi nombre, en el que había cuatro hojas registradas una de ellas en Mayo del pasado año con solicitudes, que yo no había hecho, a la que no se puede ni considerar falsificación de documento público, de tan mal hechas que estaban, y que por supuesto no he sido yo.

Así que más papeles para el juez, y un cargo más a añadir a la lista de acusaciones.

Una vez aceptada la demanda por el juzgado, comenzará una nueva etapa en este affaire:

- Contar estos hechos a los medios público, incluídos los de internet.
- Pedir comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Parlamento Vasco.
- Informar por escrito a todos los sindicatos que operan en Osakidetza.

Por supuesto, me he callado muchas cosas, porque no quiero dar pistas a los demandados, que se que leen este blog con verdadero repelús. Para la ansiedad les recomiendo orfidal.

Sólo les queda una oportunidad: que hablen conmigo y me convenzan para que retire la denuncia, pero que se den prisa que se les acaba el tiempo, y por lo que he palpado en medios jurídicos, (¿saben mis jefes que tengo un título universitario en Criminología?), se ciernen negros nubarrones sobre sus cabezas.

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