3/08/2011

LOS JEFES NO LO CUENTAN, PERO PASAN COSAS (I)


Hoy escribe: Andanomejodas

Años, pero lo que se dice años, osea, un día tras otro, y así hasta hoy que ha pasado, por lo menos 12500 días sabiendo y denunciando por activa y por pasiva, que quien dice poseer no posee, y quien tiene que comprobar que que lo que se dice es verdad -o mentira- se inhibe y traga.

Si ya se, os estaréis preguntando de que que chorradas hablo, así que os lo cuento, que no es un cuento que es verdad y además documentada.

Erase una vez: En tiempos de Franco, en plena dictadura, un jovenzuelo de la costa del Cantábrico, compaginaba sus estudios de Derecho en la Universidad de Deusto, con partidos de fútbol en la playa -comentan que jugaba con todos los derechosos del pueblo, pero no lo he podido comprobar.
Pues bien, pasaron loa años, y este jovenzuelo no llegó a fichar con ningún equipo de fútbol, pero si que ficho con la derecha más rancia del pueblo, y entró a trabajar en la Diputación de Bizkaia, con el puesto de abogado -sin oposición y por el morro, vamos lo que vulgarmente se dice: enchufado- Transcurría feliz su vida en la Diputación como abogado, y con su contrato laboral, cando a algún jefe se le ocurrió que tenía que ser funcionario. Y es a partir de entonces, cuando se le cayeron los cojones al suelos -hay quien dice que se oyó un ruido-, o se le pusieron de pajarita, -también hay quien dice que se quedó un tiempo sin respiración-.
Dicen que lo intentó, que no quería ser funcionario y todo eso -no lo se, sólo me lo han contado-, pero los enchufantes de la Diputación, se pusieron tontos, ¡funcionario! Y ahí lo jodieron. Le pidieron los papeles, ya se sabe, la tontería esa en la que decía que el tipejo era Licenciado en Derecho -abogado que dicen-, y mira tu por donde, este espabilado no tenía los papelillos que lo acreditaban. Pero, como perro a perro no se muerden -eso dicen- este tipejo tan solo bajo de categoría, es decir lo cesaron como abogado y lo mantuvieron como auxiliar administrativo, no consta en ningún lado a nivel documental que lo expedientasen o tuviese que devolver el dinero que había estado cobrando por el morro en su categoría de abogado. Y ahí fue donde lo conocimos, auxiliar administrativo de la Diputación en el Departamento de Beneficiencia, pero como ya tenía demostrada su jeta era el negociaba en nombre de la Diputación los convenios contra los trabajadores de los manicomios que en esa época dependían de las Diputaciones. Año 1977, comentan que llegó la democracia. ¡Y una mierda!

continuará....


No hay comentarios:

Publicar un comentario