3/20/2011

ANÁLISIS TXORRA -o no- DEL SINDICALISMO EN el SERVICIO VASCO DE SALUD-OSAKIDETZA I


Hoy escribe: JódeteyBaila

Sólo a mi se ocurriría hablar de sindicalismo con mis hijos e hijas, de tiernas edades como 30 varón, 28 mujer, 27 mujer y 24 varón.

A cada cual más independiente en su forma de pensar -quiero pensar que los he educado bien, pues no hay ninguno con ideología de derechas-.

En mala hora, el uno, con eso de ¡Aita no des la bara!, la otra con ¡Jodó que palizas eres!, la otra con ¡ya empezamos con aventuritas! y el pequeño, ¡la jodimos, otra de historia!

¡Pues si que comenzaba bien con mi reandadura pública como sindicalista!

Después de una ligera discusión, que acabó con dos hospitalizados y tres contusionados -vecinos que vinieron a ver que pasaba-, comencé con mi análisis sindical en Osakidetza.

En Osakidetza existen dos tipos de sindicalismo: Corporativo y de Clase.

Dentro de este grupo están los sindicatos: SME (Sindicacto Médico), SATSE (Sindicato de Enfermeras) y USAE (Sindicato de Auxiliares de Enfermería).

Como es lógico, todos estos sindicatos tienen su techo, es decir, su número de afiliados máximo será el número de médicos, enfermeras o auxiliares que existan en Osakidetza.

Como su nombre indica, son corporativistas, es decir, que tan sólo se preocupan por sus intereses fundamentalmente -más salario y menos horas de trabajo- sin tener muy claro como encajar sus reivindicaciones con un aumentos mejor de la calidad asistencial, aunque aquí en Bizkaia el USAE, es atipico al respecto de sus iguales españoles, ya que en este caso, si que se pringan por la calidad de la salud, y por ayudar a compañera y compañero no auxiliares. Pero son un caso raro.

Cuando ya estaban dormidos -con lo ojos abiertos, lo juro- pase a explicarles que y quienes eran los Sindicatos de Clase.

Les comenté que existían: ELA-STV, LAB, ESK, CC.OO. y UGT.

Estos sindicatos agrupan a todos los gremios, es decir, desde médicos a limpiadoras y en teoría todos pueden afiliarse a ello, aunque entre ellos existen enormes diferencias, tanto de ideología como de forma de ver la lucha sindical y de entender una sanidad de calidad.

Pero como mi público -mis hijos- se estaban poniendo levantiscos, nos fuimos a comer a un restaurante chino, que es más barato, y les dije que luego les contaría el resto.

El consenso fue unánime, en lo de comer, en lo otro quedará por ver.


seguirá, salvo rebelión filial...

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