3/30/2011

ESO QUE LLAMAN REPETO (IV)


Hoy escribe: Subor Dinado


Si ya lo sé, he tardado mucho en hacer esta entrada, pero tal y como os comuniqué, he estado de elecciones sindicales y hoy es día de reflxión, y mañana de votación.

Como yo ya lo tengo todo reflexionado intentaré seguir con el tema del respeto.

Me pego un salto de años en el tema laboral y de pronto nos encontramos con que el Gobierno Vasco (Osakidetza), nombra gerentes en todos los hospitales psiquiátricos y a nosotros, en el manicomio de Zamudio nos tocó uno, ni malo ni bueno, ni tonto ni listo; obediente, a sus jefes claro.

A nivel de trabajadores y Gerencia tuvimos nuestros más y nuestros menos, nada fuera de lo normal cuando la Empresa quiere tomar decisiones en contra de los currelas, y el Gerente tiene que defender lo indefendible.

Hasta ahí de acuerdo, cada uno en su papel profesional. Pero este Gerente, ¡vete tu a saber por qué! comenzó a hacer lo que todos, ahorrar para la empresa y de paso quedar bien, aunque la ciudadanía ingresada en el manicomio fuese notando que su comida y cena era cada vez más escasa.

A partir de aquí, el Gerente de turno y los representantes de los trabajadores (¡ojo no confundir con el Comité de Empresa!) entramos en conflicto, ya que no entendíamos que con todo el dinero presupuestado los pacientes comiesen peor que antes. Como es lógico nos pusimos a investigar, primero preguntando al Gerente a que se debía la escasez de alimentos de los pacientes, y este nos contestó que no había presupuesto.

No contaba este buen hombre con que los trabajadores de Osakidetza tenemos amigos, vecinos y camaradas en todos los estamentos, con lo que, no habiéndonos creído absolutamente nada, comenzamos nuestra investigación particular sobre el tema, y ¡oh sorpresa! nos encontramos con documentación oficial que nos daba la razón.

En aquellos años, en lo que el EGIN (prensa vasca) aún existía, presentamos una denuncia sobre el tema diciendo la verdad real -que no oficial- sobre el tema de los presupuestos de cocina.

Tuvo mucho eco nuestra denuncia, tanto, que al día siguiente, la Empresa nos denunció públicamente de mentirosos, de querer dejar a la Administración en ridículo cuando todo el mundo sabía que su mayor preocupación era en bienestar de los pacientes, y ese tipo de frases grandielocuentes que utilizan los políticos.

No nos dejaron otra salida. Un día después presentamos fotocopias de documentación oficial, en la que se mostraba, que el Gerente había devuelto a la Administración unos cuantos millones del presupuesto de cocina.

Resultado: Una pequeñísima noticia en la prensa al día siguiente, acusándonos de falta de respeto, y absolutamente nada, cuando en menos de una semana cesaron al ahorrador del Gerente.

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