Hoy escribe: subordinado
Y no aparecí por el maniomio en todo el fin de semana, no se si me llamaron por teléfono pues seguí los consejos de mis compañeos, y casualmente el lunes que tenía que empezar a trabajar, caía en día 1 ó 2, y me tocaba trabajar de tardes -todo un mes-.
Como contaba llegué al manicomio a la tarde, a trabajar y me encontré en la puerta con la mayoría de mis compañeros, los que entraban y los que salían, y todo ello fue un ¿Qué, qué, qué?
¡Jodó, si acabo de llegar y aún no me habéis dejado entrar, ya os contaré!
Y no pasó nada, bueno si que pasó: dejaron de presionarme para que trabajase en mis días libres, dejaron de presionarme para que viniese a trabajar estando de baja -si, también pasaba eso-, y las compañeras y compañeros comenzaron a decir que no, cuando siempre había tragado con todo.
También es verdad que las cosas estaban cambiando políticamente, y los fachas comenzaron a agazaparse en el PSOE, cambió el Diputado General de la Diputación de Bizkaia, el primero elegido por votación popular -goian bego, Jose Mari- y se produjeron las primeras elecciones sindicales desde antes del franquismo.
Como podéis imaginar, saqué mayoría absoluta -no yo, la lista en la que iba- en el manicomio, y como había corrido la voz, también sacamos mayorías absolutas en los manicomios de Bermeo, Zaldibar y el Hospital de Górliz.
Reaparecieron como los champiñones, sindicatos que sabíamos que existían -como los billetes de 500 Euros- pero nunca los habíamos visto, y como mandaba -políticamente hablando- el PNV, mucha gente corrió a afiliarse al sindicato correa de transmisión de partido mandatario. ELA-STV -ahora ya ha cambiado de forma de hacer sindicalismo, pero lo de antes era vergonzoso- y los que creyeron que por mandar el PSOE en España, le iba a ir mejor en el trabajo se afiliaron a UGT, cuya forma de hacer sindicalismo, aún me parece vergonzosa -pero esa es una opinión particular mía-.
Después de este mini trozo de Historia, que hacía falta contarlo, se contrataron a 27 cuidadores de una tacada -la verdad es que 26 estaban enchufados- pero llegó gente joven, con ganas de hacer cosas y con ideas nuevas, con lo que la situación parecía cambiar un poco.
Tener en cuenta el dato anterior: contrataron a 27 personas de una tacada, eso quería decir que todas las viejas glorias metíamos más horas que Franco cuando era trompeta.
Poco a poco, como sucede en las Administraciones, largaron al Director Médico, largaron a las monjas, cuyo poder había caído bajo mínimos, los jefes y chivatillos pasaron a la clandestinidad y las cosas parecía que empezaban a cambiar, a mejor.
Hicimos oposiciones para ser Funcionarios de la Diputación, nos nombraron Auxiliares Psiquiátricos, pasamos a cobrar el doble de sueldo, en fin que fueron unos meses de deslumbramiento. Más tarde llegarían los cobros.
A pesar de la alegría que obtuvimos en ese momento, creo no llegamos a la media docena las personas que pensamos que eso era un sueño, un caramelo para lo que vendría poco más tarde.
Como contaba llegué al manicomio a la tarde, a trabajar y me encontré en la puerta con la mayoría de mis compañeros, los que entraban y los que salían, y todo ello fue un ¿Qué, qué, qué?
¡Jodó, si acabo de llegar y aún no me habéis dejado entrar, ya os contaré!
Y no pasó nada, bueno si que pasó: dejaron de presionarme para que trabajase en mis días libres, dejaron de presionarme para que viniese a trabajar estando de baja -si, también pasaba eso-, y las compañeras y compañeros comenzaron a decir que no, cuando siempre había tragado con todo.
También es verdad que las cosas estaban cambiando políticamente, y los fachas comenzaron a agazaparse en el PSOE, cambió el Diputado General de la Diputación de Bizkaia, el primero elegido por votación popular -goian bego, Jose Mari- y se produjeron las primeras elecciones sindicales desde antes del franquismo.
Como podéis imaginar, saqué mayoría absoluta -no yo, la lista en la que iba- en el manicomio, y como había corrido la voz, también sacamos mayorías absolutas en los manicomios de Bermeo, Zaldibar y el Hospital de Górliz.
Reaparecieron como los champiñones, sindicatos que sabíamos que existían -como los billetes de 500 Euros- pero nunca los habíamos visto, y como mandaba -políticamente hablando- el PNV, mucha gente corrió a afiliarse al sindicato correa de transmisión de partido mandatario. ELA-STV -ahora ya ha cambiado de forma de hacer sindicalismo, pero lo de antes era vergonzoso- y los que creyeron que por mandar el PSOE en España, le iba a ir mejor en el trabajo se afiliaron a UGT, cuya forma de hacer sindicalismo, aún me parece vergonzosa -pero esa es una opinión particular mía-.
Después de este mini trozo de Historia, que hacía falta contarlo, se contrataron a 27 cuidadores de una tacada -la verdad es que 26 estaban enchufados- pero llegó gente joven, con ganas de hacer cosas y con ideas nuevas, con lo que la situación parecía cambiar un poco.
Tener en cuenta el dato anterior: contrataron a 27 personas de una tacada, eso quería decir que todas las viejas glorias metíamos más horas que Franco cuando era trompeta.
Poco a poco, como sucede en las Administraciones, largaron al Director Médico, largaron a las monjas, cuyo poder había caído bajo mínimos, los jefes y chivatillos pasaron a la clandestinidad y las cosas parecía que empezaban a cambiar, a mejor.
Hicimos oposiciones para ser Funcionarios de la Diputación, nos nombraron Auxiliares Psiquiátricos, pasamos a cobrar el doble de sueldo, en fin que fueron unos meses de deslumbramiento. Más tarde llegarían los cobros.
A pesar de la alegría que obtuvimos en ese momento, creo no llegamos a la media docena las personas que pensamos que eso era un sueño, un caramelo para lo que vendría poco más tarde.
continuará...
NOTA : Debido a que otra vez, tras varios años de militante sindical, me han reactivado de nuevo como posible representante sindical, -cuidadín, no del Comité de Empresa, que esos son otros- es probable que el SOROEKU sufra retrasos y os deje con la ganas de saber eso de ¿qué pasó?.
Tranquila la la peña, que lo voy contar casi todo en el capítulo IV de ESO QUE LLAMAN RESPETO
Un abrazo y hasta pronto.
NOTA : Debido a que otra vez, tras varios años de militante sindical, me han reactivado de nuevo como posible representante sindical, -cuidadín, no del Comité de Empresa, que esos son otros- es probable que el SOROEKU sufra retrasos y os deje con la ganas de saber eso de ¿qué pasó?.
Tranquila la la peña, que lo voy contar casi todo en el capítulo IV de ESO QUE LLAMAN RESPETO
Un abrazo y hasta pronto.
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