ZORROCOTROCOS

Hoy escribe: uno que no es zorrocotroco -¡me parece!-.

Ayer estaba poniéndome al día sobre análisis político de la huelga general contra el recorte de pensiones habida en el Estado Español el pasado año, leyendo un excelente artículo de Encarna Ruiz Galacho, en la Revista Laberinto nº 31: La huelga de Pensiones y el "sindicato comunista".

Por cierto esta revista la editan en la Universidad de Málaga.

Pues como decía, la autora que en un análisis certero de quienes si y quienes no defienden a la clase trabajadora, haciendo historia casi desde su nacimiento de CCOO y UGT (eso que llaman contexto), refiriéndose a UGT, dice: "CCOO defendía bastante más a los trabajadores que los zorrocotrocos de UGT ..."

Y ¡zas!, completamente descolocado, ¿qué es un zorrocotroco?

Por supuesto me metí en google para averiguar que quería decir semejante palabro, y entonces descubrí con gran sorpresa por mi parte, que en mi lugar de trabajo estoy rodeado de zorrocotrocos de todos los pelajes.

Está palabra, que suena a insulto, -y no lo es-, define grandiosamente al tipo de personas que tanto abundan en el mundo de la política, direcciones de la Administración Pública y Sindicatos, y a los que la autora del artículo, más adelante se refiere a ellos como tardofranquistas en vez de demócratas.

Para más aclaración, un insulto sería que yo le dijese a cualquier compañero de trabajo, ¡Tu eres un Julián!, por ejemplo, seguro que más de uno me partía la cara.

Estoy tentado de poner la definición del palabro en cuestión, pero pienso -luego existo- que es mejor que cada cual averigüe su definición, y luego, pueden reirse o flaglelarse las carnes. algo que los zorrocotrocos nunca harán, por algo se los define así.