7/26/2009

¿EMPEZAREMOS A ESPABILAR? (II)


Otra cosa es cuando este tipo de corrupciones y/o corruptelas salen al exterior mediantes prensa, carteles, etc., de pronto estos "héroes", se acojonan porque sus chanchullos salen a la luz pública, pero hasta ahora tampoco les ha importado demasiado, porque Osakidetza (en concreto) les protegía, aunque para eso tuvieran que actuar contra el denunciante o víctima de sus chulerías.

Nunca he sabido que los servicios jurídicos de Osakidetza hayan amparado a los trabajadores contra las actuaciones de este tipo de jefes, más bien lo contrario, por lo que pedir, al menos hasta ahora, amparo jurídico a Osakidetza, además de perder el tiempo además de ser motivo de mofa y befa, y a los jefes ni una miserable llamada de atención, además los ascienden.

Así que la solución pasa ir al juzgado de guardia, bien personalmente o sindicalmente, y denunciar a estas personas, con nmbre y apellidos.

Los entes públicos tienen entidad jurídica, por lo que "sus errores" en caso de ser juzgados -y condenados-, casi siempre en los juzgados de los Social o del Contencioso, lo pagan los ciudadanos con sus impuestos, o dicho más claro: Las chulerías de unos pocos, las pagamos todos.

Eso si, si un jefe te denuncia ante Osakidetza cae sobre ti todo el peso de "su ley", y si algún jefe o jefecillo te enfila, cuentan con todo el aparato burocrático del ente, y casi nadie te ampara, a veces ni los sindicatos.


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