No voy a decir que me asombra el hecho de que no haya contestado a dos escritos enviados por mi con preguntas comprometidas a las que tengo derecho a respuesta.
No sólo no me asombra, sino que me lo esperaba, y eso que reconozco que cuando pregunto cosas de tipo burocrático pierden el culo contestando.
¡Ah, perdón!, estoy hablando del Servicio de Salud Mental de Bizkaia, dependiente de Osakidetza, que a su vez depende del Gobierno Vasco.
El hecho de que el título se refiera a corderos, tiene su explicación, ya que algunos de los representantes de de dicho Servicio, saben, que respondan lo que respondan, les van a caer muchas más preguntas y cada vez más comprometidas, pero en este caso no las haría yo, las harías como mínimo desde la Fiscalía.
Así que lo mejor es no contestar, y si cuela, cuela.
Por eso tal y como prometí en la entrada anterior, en breve entregaré en la Fiscalía parte del dossier reunido sobre un presunto caso de corrupción y probablemente más. Resumiendo, no cuela.
No es que me fie de la Ley, que no mucho, pero es lo único que queda por recurrir, ya que administrativamente no han tenido agallas para contestar -o a lo mejor es un un error administrativo- y yo aquí año y medio pensando mal.
En cambio si he recibido, con una celeridad asombrosa una carta "registrada" en la que me comunican que para "ahorrar" nos quitan el transporte a los trabajadores del Hospital donde me dejo la vida a partir de 1 de Mayo, así, porque si.
Los Convenios, Acuerdos y todo lo que nos cuentan sobre democracia, se lo pasan por el arco del triunfo de manera unilateral, estos corderos, que durante días han mutado en lobos.
Tampoco me asombra que los Partidos Políticos a quienes hice partícipe de mis sospechas hayan tenido tiempo de contestar, los pobres, siempre discutiendo de lo mismo cuando les toca discutir otras cosas.
Pero lo que son los sentimientos, el día 26 estuve en Gernika para asistir a la conmemoración del 75 aniversario del bombardeo de la Villa por parte la la legión Cóndor alemana, por orden de Franco.
Muy emotivo.
Lo que no fue emotivo, sino que daba pena, era ver a los representantes institucionales más solos
que la una, ya que el pueblo no estaba a su lado, apoyando tan magna celebración, y encima hablan en nuestro nombre.
Espero volver en 100 aniversario y con las mismas ganas y la misma compañía.
Salud compañeras y compañeros. ¡Corderos en breve al veterinario fiscal!
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