Dado que la culpa de toda enfermedad, y sobre todo la porcina, la tiene el pecado, además de orar pidiendo perdón por ellos, algunas confesiones religiosas piden al señor en sus oraciones que desaparezcan costumbres y pecadores, que sean fritos en el infierno, y si son pobres más, que con los ricos ya hablarán para que cambien de conducta.
Pecadores y pecadoras, orad y no caigais en las trampas que nos tiende el demonio, como sucede con las imágenes de la izquierda, que ya se sabe que los de izquierdas son todos unos pecadores y unos promiscuos, o eso dice Rouco. Amen.
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